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jueves, 26 de febrero de 2015

[EUROPA 2015] – Parte IX: Praga, la ciudad de las cien torres

Un viaje improvisado tiene esas cosas. Mi idea original era conocer Austria luego de República Checa, pero estoy arriba de un bondi a Berlín, en Alemania. Dentro de cinco horas estaremos llegando a nuestro destino con Fran, que fue quien me convenció de cambiar el itinerario. El corazón de Europa, Praga, era uno de mis destinos más deseados en este viaje, y afortunadamente no decepcionó en lo absoluto. Comencemos.

Día 18 21/02 – Un día de viaje en trenes y la primera noche en Praga.

Esa noche, todavía en Eslovenia, un flaco no paraba de roncar. Juro que le tire cuantas almohadas, zapatillas y frazadas encontré. ¡Qué bronca, la puta madre! Por suerte, salíamos temprano (7.30 hs ya estábamos arriba). 

Partimos desde mi querida Ljubljana hacia la ciudad de las cien torres en tren. Fran consiguió una buena promoción que nos llevaba por 49 EUR. El primer tramo fue bastante caótico porque tomamos un tren hasta cerca de Kranj y luego tuvimos que pasarnos a un colectivo (una parte de la vía estaba en reparación). Desde ese colectivo nos subimos a otro tren y luego tuvimos un nuevo cambio de trenes.

Cuestión que, entre cambios, terminé dejando “La insoportable levedad del ser” en uno de los trenes, que encima era de una amiga. (¡Por suerte ya conseguí el reemplazo!).

El tramo del tren desde Ljubljana a Viena fue increíble, con asientos amplios y hasta wi-fi. Baños pitucos y puertas que se abren solas. El tramo Viena-Praga fue igual de cómodo para el tren ya no contaba con wi-fi. Llegamos a República Checa a las 21 hs y caminamos hasta Ritchie´s Hostel.

El hostel está muy céntrico, te atienden de diez y las piezas son lindas. Tiene un problema importante que es el wi-fi, que únicamente llega al área alrededor de la recepción. Su “área social” es muy chiquita también. Por fortuna, es económico. Pagamos 50 EUR por 5 noches, y está a solo unas cuadras del casco antiguo de la ciudad. Otra ventaja es que ellos te cambian los euros por coronas (la moneda checa) a una buena tasa.

En seguida nos ubicamos y salimos a recorrer la ciudad. La colorada de la recepción (una checa de nombre Adele) nos indicó un buen lugar para cenar y algunos bares para salir. También nos facilitó un mapa de la ciudad con muchísima información interesante. En el hostel cambiamos unos euros por coronas. Ahí te cambian 1 EUR por 26 CZK. Es una tasa muy pasable. En la casa oficial te cambian 1 EUR = 27,6 CZK, pero es mucho más cómodo hacerlo directamente en el hostel, a cualquier horario y por la plata que uno quiera cambiar.

La cuestión es que la plaza estaba muy avivada porque justo llegamos en la víspera del año nuevo chino (está lleno de chinos en Praga). Pasamos por el reloj astronómico y llegamos a Dlouha, una calle conocida por estar repleta de bares y restaurants. Comimos en Lokals, un restaurant muy conocido que se llena de checos todos los días. Encontramos una única mesa disponible.

Pedimos en plato de salchichas caseras (80 CZK cada uno) que estaban riquísimas y unas cervezas (60 CZK cada uno) muy buenas. República Checa es la principal consumidora de cerveza del mundo y ellos son conocidos por haber sido los primeros en crear la primera cerveza moderna. Al día siguiente, el chico del tour nos iba a decir exactamente eso: hay dos cosas que no podés dejar de hacer en República Checa: tomar cerveza, y ver checas.

Luego nos pasamos a un barcito cercano (Repete, sí... el nombre es perturbador). Yo probé por primera vez la absenta (80 CZK). Es una bebida alcohólica de un color verde debido a las hierbas que contiene (es apodada Diablo verde). Se hizo popular en Francia como la bebida inspiradora de los artistas y es conocida por su efecto alucinógeno. Dicen que en grandes cantidades te hace ver hadas verdes.

La verdad es que yo no vi a ningún duende, pero sí puedo afirmar que pega fuerte. La garganta te queda on fire durante un buen rato. Se comenta que muchos artistas del siglo XIX como Oscar Wilde, Hemingway, Picasso y Baudelaire se daban con este trago para sentirse creativos. Incluso hay un mito que afirma que Van Gogh estaba ebrio de absenta cuando se cortó el lóbulo de la oreja y se lo ofreció a una joven prostituta.

Día 19 22/02 – El Walking Free Tour de Praga y el Beer Tour nocturno.

Desayunamos en el hostel. 90 CZK, todo lo que puedas comer. ¡Vale la pena! Por la mañana hicimos el Walking Free Tour con los muchachos de White Umbrella (acá pueden encontrar su página web). Se juntan a las 10 a.m. en la plaza principal (se los puede reconocer por sus paraguas blancos) y tienen recorridos en español, italiano e inglés. El tour se hace caminando y tiene una duración de 3 horas donde se ven muchísimas cosas de la ciudad. Al final del viaje uno deja una propina a gusto.


La verdad es que este tour fue tremendo, uno de los puntos más altos del viaje. Recomiendo a todos que sea lo primero que hagan al llegar a la ciudad. El guía se llamaba Daniel, y era un español de Andalucía. El flaco era un fenómeno. Mientras caminábamos nos contaba sobre los 41 años de Praga bajo el comunismo, de la Revolución de Terciopelo, de Mozart y su “inspiración” con las checas, de Kafka y sus miedos, de las particularidades del Reloj Astronómico, de la cerveza.

Lo mejor de todo es que Daniel te cautivaba con sus historias, te hacía reír con sus bromas y hacía muy llevadero. Te explica las ironías de la ciudad (un casino y un McDonald’s al lado del “museo del comunismo”, por ejemplo), te muestra una de las 5 calles más costosas de toda Europa (donde se ubican las grandes marcas como Hugo Boss), caminás por el barrio judío y ves el cementerio con lápidas como salidas de una película de Tim Burton (todas dobladas), la Torre de Pólvora (parte del Camino Real).

Daniel era una Wikipedia viva. Te explica todos los porqués y lo hace de forma muy entretenida. Caminás por la ciudad nueva y por la ciudad vieja. Pasás por la universidad y por el teatro donde Mozart expuso sus obras. Ves la estatua de Kafka montando a su peor pesadilla y las polémicas esculturas de David Cerny. Es increíble cuando Daniel te explica (y te muestra) los lugares que fueron bombardeados por los Nazis, la historia de la Iglesia Acorralada. Miles de curiosidades, grandes aspectos de la historia Checa. 

Es absolutamente recomendable, y muy intenso. Su discurso final (cuando habla de cómo los mismos checos recuperaron la ciudad de los Nazis) les juro que te pone la piel de gallina, y los aplausos que recibió al final se extendieron por varios minutos.

Por la tarde nos fuimos hasta la terminal para sacar pasajes a Berlín en bus. Pagamos 35 EUR en Student Agency. No tenía pensado conocer Alemania en este viaje, pero Fran me terminó por convencer. Creo que eso es lo lindo de no tener un viaje demasiado armado. En la terminal también comimos un Burger King que cumple con las “tres B´s” (bueno, bonito y barato).

De vuelta en la ciudad, nos encontramos con un local que promocionaba una realidad virtual de tipo flight simulator. Costaba 9 EUR el recorrido de 10 minutos, pero convencimos a la checa que atendía de subirnos los dos por ese dinero. Nunca me había subido a una realidad virtual, y la verdad es que es impresionante. Pudimos ver Praga desde las alturas y es genial que movés la cabeza y la imagen de la ciudad se mueve con vos. Por momentos hasta sentimos vértigo.

El domingo no podía terminar sin un tour más: el Beer Tour que ofrece la empresa White Umbrella. Cuesta 250 CZK y ellos te llevan a recorrer cuatro bares de cerveza tradicional y no pasteurizada (Checa es el único lugar en el mundo donde se hace este tipo de cerveza con el “verdadero sabor a lúpulo”, ya que no contiene ningún tipo de aditivos). Nos tocó otro español (Anxo). En cada lugar probás una cerveza diferente y el flaco (que sabía muchísimo) te va contando curiosidades sobre esta bebida. La última, para mí, fue la mejor. Fue la primera cerveza moderna del mundo, la Budweiser Lager. (Pocos saben que Budweiser es originalmente checa).

El tour está muy bueno, pero no tuvimos suerte con el grupo. Éramos ocho: dos parejas de españoles (gente grande, en sus 50), dos flacos españoles (creemos que eran pareja) y nosotros dos. Como decimos en argentino, un auténtico garrón. Fue mala suerte, porque un grupo más joven habría hecho de la experiencia algo bastante más placentero.


Antes de volver al hostel pasamos por un bar en el que se escuchaba música en vivo. Dos flacos que sonaban muy bien estaban tocando High n´ Dry. Apenás nos sentamos empezaron a guardar las cosas porque era el final de su show. Fran gritó desde lejos: “One more guys!” y los pibes, riendo, respondieron: “One more? You guys like The Beatles, right?”. Hicieron Come Together y tengo que decir que fue uno de los mejores covers que escuché en mi vida. Mucho talento tenían ambos.

Por la noche eran los Oscar y quería verlos, pero todavía no arrancaban. Por la diferencia horaria, iban a empezar alrededor de las 2 am. Para hacer algo de tiempo, salimos a dar una última vueltita, esta vez por Ciudad Nueva. El lugar, en este caso, nos sorprendió para mal.

Resulta que por la noche Praga se convierte en una suerte de mini-Amsterdam. Ciudad Nueva estaba plagada de chulos, cabarets, casinos y luces rojas. Creo que fue el único momento del viaje donde nos sentimos un poco incómodos. O sea: es súper seguro, pero pasaban negros ofreciendo mujeres o marihuana. Nos impresionó un poco. Quién habría dicho que Praga tenía una zona roja tan a la vista. Liquidamos la noche con una buena pizza al paso y nos fuimos a dormirla.

Personajes bizarros / destacados del momento:

- Daniel, el guía de White Umbrella. Un grande que me hacía acordar muchísimo a Mario Ortiz, mi profesor de Literatura Contemporánea. Divertido, enciclopédico y energético.
- Las mendocinas, dos pibas que viajaban con la vieja e hicieron el tour de la mañana con nosotros. Qué cómodo que se siente uno con otros argentos.
- Anxo, el guía del Beer Tour. ¡Una enciclopedia sobre la cerveza! Aunque lo sorprendí con una curiosidad que él desconocía de la cerveza Brahma.
- Los asiáticos. ¡Están por todos lados! Hay un supermercado chino en cada esquino, era el año nuevo chino y los turistas asiáticos eran como una estampida.
- ¡Los pimps de la noche! Se te acercaban y te susurraban: “Joints? Women? Wanna party?”. Emm... not with you, no.

Día 20 23/02 – El tour por el Castillo de Praga.

El lunes nos despertó con ganas de ser medio ratones. Así que desayunamos barato: mate y pan con manteca. Por la mañana salimos a un centro comercial a averiguar los precios de tecnología y celulares en general. ¡Están baratos! Probablemente menos de la mitad de lo que cuesta en Argentina. El problema es que teníamos muchas dudas de si iban a funcionar en mi país, y no quería arriesgarme. Para agregar complicaciones, el checo común no habla inglés para nada.

Praga es tan económica como todos me habían dicho. Se puede conseguir cerveza en bares por 1 EUR o 1,5 EUR, el hostel nos costó 10 EUR la noche y comer es muy barato. La tecnología no es la excepción. Daniel, el muchacho del tour, nos contó que se puede “vivir” con 500 EUR (unas 13.000 coronas checas). En relación a Croacia o a Eslovenia, me parece que los costos son similares. Pero sí es muchísimo menos costoso que la sobrevalorada Italia.

Esa tarde hicimos el tour al Castillo de Praga con la gente de White Umbrella. Cuesta 250 CZK y nos llevó una simpática chica española (Ana) a las 15 hs. El tour está excelente, y Ana sabe muchísimo, pero no tuvimos suerte con el grupo. Éramos solo cuatro: nosotros dos y una pareja de españoles.

Subimos al castillo en tranvía. Recorrimos la Catedral de San Vito, el salón principal, vimos el cambio de guardia real (lo tengo en video). Ana nos relataba varias anécdotas de reyes y de la República Checa. Al igual que Daniel, te cuenta todo de forma muy amena y dinámica. Sin embargo, a diferencia de Daniel, le faltaba ese humor picarón que lo caracterizaba. Con Fran estamos preocupados de habernos enamorado de nuestro primer guía. (Nadie pudo hacernos sentirnos lo que él).

El pequeño Callejón del Oro, donde está una de las casas donde vivió Kafka, es magnífico. La de él era la casita número 22. El callejón está armado con bares, lugares de artesanías y museos, pero uno todavía puede sentir lo que significó vivir en esas zonas tan pobres. 

Ahí me compré “Un médico rural” (8 EUR), la antología de relatos que Franz Kafka escribió allí. Se dice que en este callejón vivían también los alquimistas, y al final hay una pequeña “torre de tortura” donde se puede ver, entre otras cosas, una silla de pinches.

La guía nos contó historias del actual presidente, querido por muchos y odiado por otros. Al parecer llegó borracho a su primer acto presidencial (puede verse por Youtube). También pasamos por el Muro de Lennon. Cuando te enterás de su historia y lo que significó para los checos, se te eriza la piel. También pasamos por las escalinatas donde sucede una escena de Tom Cruise en “Misión imposible”.

(Nota al pie: sigo sin poder encontrar a un famoso, pero no pierdo las esperanzas).

Debajo del Puente de Carlos, Ana nos habló de la historia de un santo (el confesor de la Reina) que se negó a revelar los secretos de ella al Rey y fue ahogado en ese puente.

Junto al Walking Free Tour, este tour del Castillo es ampliamente recomendado. No es lo mismo ver las cosas por uno mismo que cuando los guías (que saben una banda) te cuentan las historias detrás. Empezás a ver cada cosa con otros ojos.

Volvimos caminando a Ritchie´s Hostel por el Puente de Carlos, que atraviesa el río Moldava. Las esculturas que se encuentran alrededor son espectaculares, y teníamos ganas de volver a pasar de día. Pasamos por un Teatro Negro y me tenté con Aspectos de Alicia, la obra que estaban presentando. Lamentablemente, es carísimo. 35 EUR para el público común, y 22 EUR si sos estudiante.

Es una lástima, porque debe ser interesantísimo y es muy típico de Praga. Es un estilo de representación escénica muda que utiliza un escenario negro, luces y sombras para crear un juego visual e ilusorio. Vi un fragmento de Aspectos de Alicia por Youtube y parece ser una experiencia memorable. Desgraciadamente, mi presupuesto no me acompañó en esto.

Mientras tanto... en el hostel...
Charlé un rato con una chilena que había estado haciendo el clásico Working Holliday en Nueva Zelanda (hoy está muy de moda). Quería conocer Praga antes de viajar a Inglaterra, donde se encontraba con un pibe que había conocido trabajando en las granjas.

Cenamos pan con jamón y queso (que estratégicamente habíamos comprado antes) y probamos la Kofola, la coca-cola comunista que todavía se puede comprar en algunos supermercados. A los checos no les gusta, ¡y con razón! ¡Es una de las cosas más desagradables que probé en mi vida!

Por la noche charlamos con dos agradables chicas de Georgia (un país que recién me entero que existe). Resulta que son parte de un grupo de 16 georgianos que vinieron a Praga como parte de un coro. De hecho, nosotros ya las habíamos visto cantar antes en el desayuno del domingo y pensamos que eran musulmanes rezando.

Nuka y Ana, estas dos chicas, eran muy simpáticas. Cantaban con una hermosa voz, eran fanáticas de Rebelde Way (sí, Rebelde Way) y bastante maduras para su edad. Caminamos un rato con ellas y terminamos dando unas vueltas por el Museo de Arte y Ciencia, que por las noches tiene una iluminación extraordinaria. Fue muy interesante intercambiar historias sobre las costumbres de nuestros respectivos países.

Personajes bizarros / destacados del momento

- Ana, la guía que nos llevó al Castillo de Praga, con su divertida tonada española y su frase de cabecera: “Laz cosas como zon”.
- La chilena que había hecho Working Holliday en Nueva Zelanda. Siempre es bueno encontrarse con un vecino.
- Nuka y Ana, las georgianas del coro. Resulta que Praga es un destino popular para la gente de Georgia.

Día 21 24/02 –  Un día de descanso.

Hoy fue un día relativamente tranquilo. Nos levantamos tarde, desayunamos tarde. Las chicas de Georgia tenían su concierto y nos invitaron. Nuka me dijo el lugar y la hora. Tenía muchas ganas de ir (cantan realmente bien las dos).

Salimos con bastante dejadez hacia Černý Most, un área residencial y de centros comerciales. Para esto tomamos el metro. Dimos algunas vueltas, averiguamos algo de tecnología y compramos un poco de ropa, además de almorzar unos buenos pedazos de pizza. El centro comercial me hizo bastante acordar a los que conocí en Panamá. Volvimos al hostel para tomar unos mates y jugar unas partidas de ajedrez. Ya era tarde para llegar al recital de las chicas de Georgia. Me lamenté por eso, pero era realmente lejos y se complicaba.

Esa tarde yo quería ir a la Opera (daban Otello, de G. Verdi) así que me fui solo para allá. La función era a las 19 hs y yo llegué sin ticket a las 18 hs. Me habían dicho que si compras sobre la hora los podés conseguir mucho más baratos (hasta un 70% más barato). Así que me arriesgué. Me salió mal. Estaba todo vendido.

Volví caminando tranquilo por New Town y me encontré a una parejita tocando la guitarra por monedas. Me acerqué. El flaco era argentino, un tal Pablo. Era cantautor y estaba en Praga con una checa mostrando su arte. Ella no cantaba increíble, pero era realmente linda, así que eso alcanzaba para que la gente dejara sus monedas. Con solo dos canciones recibieron una buena cantidad de plata. Nos quedamos un rato largo charlando con el argento sobre su forma de vida y sobre lo que significa vivir en Praga. Me contó, por ejemplo, que a los artistas callejeros no los dejan tocar en la plaza principal a menos que toquen exclusivamente Jazz.



De vuelta en el hostel, fuimos con Fran a comer goulash (comida típica de Rep. Checa) a un lugar que ofrecía wi-fi y jazz en vivo. No tuvimos ninguna de estas dos cosas. Igual era barato. Por 200 CZK comimos una entrada, plato principal (el goulash, una especie de carne con salsa y guarnición) y un postrecito. Estuvo bien, pero no nos pareció nada del otro mundo.

Volvimos a casa tipo 9. Fran iba a ver su partido de la Champions League y yo tenía que organizar algunas cosas del viaje, reservar el hostel en Berlín y revisar algunas cosas de mi vida en Argentina.

En un momento pensamos en ir al tour de Kutna Hora, donde hay una conocida Catedral hecha de huesos humanos, pero era caro (700 CZK). Era un lujo que no nos podíamos dar. También tuvimos que decirle que no al Pub Crawl (un tour nocturno), pero salía 500 CZK (20 EUR).

Cuestión que a la noche compramos unas Pringles y unas cervezas y colgamos en el hostel, charlando con la gente del lugar. Ahí conocimos a una argentina (Soledad) que recién llegaba. Tipo 11:30 me estaba por ir a dormir cuando Fran me arrastró a salir. Dimos una vuelta, había algo de movimiento, pero no demasiado. MUCHO FRIO.

Personajes bizarros / destacados del momento

- Soledad, una argentina de 32 que (no sabemos cómo) parece de 22.
- El flaco del chichón. Estaba prácticamente en coma alcohólico. Los amigos trataban de levantarlo y se volvía a caer. Se pegó dos o tres palos bárbaros.
- El chileno piola (Rafael) que se reía del flaco del chichón. Obviamente nos reímos con él. Buen momento de hermandad.
- El grupo de franceses. Nos preguntaron adonde salir y les cantamos la posta, como verdaderos checos. No sabemos cómo, pero una francesa adivinó que éramos hermanos.
- Pablo y la checa tocando en la calle: es más fácil hacer dinero cuando sos agradable a la vista.

Día 22 25/02 –  Un típico paseo praguense, Jazz y mi aplastante victoria en el ajedrez.

Los días pasaron volando en Praga. Yo personalmente me quedé con ganas de más. En nuestro último día, todavía seguíamos solos en una habitación de 6 personas que ya habíamos proclamado como nuestra con cosas desparramadas por todas partes.

Tempranito, nos metimos en la cocina a tomar unos mates. La georgiana (Nuka) me robó un par de mantequitas y quesos para nosotros. Una genia. Somos tan tacaños que no quisimos pagar el desayuno. Solo teníamos un pedazo de pan.

Todavía nos faltaba ver algunas cosas, así que salimos a pie por una última vez. Primero visitamos la Dancing House, e intentamos entrar. Es un edificio poco tradicional y deconstructivista que llama muchísimo la atención. También lo llaman Fred and Ginger en honor a la conocida pareja de bailares estadounidense. El par de edificios, en efecto, hace alusión a un sensual baile. Adentro hay algunas galerías de arte, oficinas y el Glass Bar en la cima. Es un bar con el suelo hecho de espejos. Antes de entrar nos cruzamos a otras pibas de Georgia (ni siquiera conocía ese país, y resulta que ahora están en todos lados).

Luego cruzamos uno de los tantos puentes y terminamos caminando por la “Venecia de Praga”. Una pequeña isla falsa que intenta reproducir la conocida arquitectura veneciana. Ahí hay un museo de arte moderna (Kampa Museum) al que entramos gratis (sale 130 CZK, pero no había nadie ahí para cobrarnos) y vimos figuras de lo más extrañas. La que más me llamó la atención fueron los bebes del artista David Cerny. Si bien los cuerpos y las cabezas (todo hecho de bronce) están bien proporcionados, los bebés no tienen rostro, en su lugar hay un rectángulo hundido como si fuera resultado de un golpe.

Ese flaco es absolutamente polémico y transgresor (si no me creen, lean este post).

Cruzamos por segunda vez el Puente de Carlos. Es mucho más vivo de día, lleno de artistas haciendo caricaturas y turistas tomando fotos de los santos que se levantan en los lados del puente. Almorzamos algo rápido en KFC (¡tienen free refill!) y seguimos hacia el barrio judío. Vimos una vez más el particular cementerio judío, las varias sinagogas y la estatua de Kafka montando a su peor pesadilla.

Caminando por Praga uno fortalece los músculos del cuello, además de las piernas, de tanto levantar la cabeza para ver las fachadas de los edificios y las sorpresas que lo esperan a uno en las alturas.

El paseo terminó en el Mercado Central (artesanías de Praga en la calle) donde compramos algunos regalos. 

A la tardecita nos tomamos unos mates con Fran y terminamos nuestra Champion´s League de ajedrez (gané 5-4, pero debo decir que se vivieron momentos muy intensos).

Por la noche salimos a escuchar jazz en vivo junto a Soledad, y tomamos unas muy buenas cervezas, que además eran súper económicas (26 CZK el medio litro de cerveza tirada). Dimos un par de vueltas por la zona de bares y la vida nos terminó llevando a KFC para comer algo rápido. Al final del día charlamos un rato con unas francesas en el hostel que tenían la particularidad de estar siempre (desde el primer día que llegamos) sentadas en el mismo sillón con sus celulares. (Linda manera de disfrutar Praga... sobre gustos...)

Nos fuimos a dormir, no sin antes ordenar el caos que había en nuestra habitación. Al día siguiente salíamos para Berlín, nuestro próximo destino.

Impresiones generales de Praga

Praga es hermosa. No encuentro otro adjetivo que le quede mejor. Ordenada y prolija, llena de vida, energética, económica, hipnótica. Los checos no hablan demasiado inglés, pero son muy amables (y las checas son muy lindas). Los amantes de la cerveza (como quien les escribe) no pueden no conocer el lugar donde se gestó la primera cerveza moderna, y que tiene el record de “mayor país consumidor de cerveza del mundo”.

Todo es muy barato (especialmente en comparación con Italia) pero no se engañen. Se puede hacer un viaje barato, o tan caro como uno quiere. Yo me quedé con ganas de ir a la ópera, al Teatro Negro de Praga, a Kutna Hora y al Pub Crawl. Para hacer todo eso habría necesito más tiempo (quizás dos días más) y alrededor de 150 dólares extra. Además, hay muchísimos otros lugares para conocer alrededor del Corazón de Europa.

Creo que sería un buen lugar para vivir, y todos los locales con los que charlé estaban bastante a gusto. Creo que ir en invierno fue una suerte. El frío fue duro, pero soportable. Tuvimos temperaturas de -4° que se sentían en los huesos, pero me contaron que inviernos anteriores habían llegado a -20°. Por otro lado, todos están de acuerdo en que Praga en verano es un caos de gente.

Hay mucho para hacer en la ciudad: museos exóticos (hay museos de cera, de torturas, medievales, de espejos), muchos bares de comida típica, shows callejeros (está repleto) y una buena cantidad de lugares para visitar. Es una ciudad para perderse entre sus callecitas y, sorprendemente, es muy fácil ubicarse. No recomiendo estar solo uno o dos días. Conocí a mucha gente que estaba así, de pasada. No se llega a conocer nada en profundidad y hacés todo a las apuradas. Lo mejor (lo que recomiendo) es planificar una estadía de, por lo menos, tres o cuatro noches. Solo así uno puede llegar a entender cómo funciona la ciudad y qué secretos esconde.

Un lugar al que volvería sin dudarlo.


Consejos generales

- Viajar en tren es costoso, pero se pueden conseguir buenos descuentos preguntando por anticipado. Nosotros conseguimos el tramo Ljubljana-Praga por 49 EUR, sacando con una semana de anticipación. Otra buena opción es viajar en Bus con Student Agency, que hace tramos internacionales a muy buen costo.
- Ritchie´s Hostel está muy céntrico, te atienden de diez y las piezas son lindas. Tiene un problema importante que es el wi-fi, que únicamente llega al área alrededor de la recepción. Su “área social” es muy chiquita también. Por fortuna, es económico. Pagamos 50 EUR por 5 noches, y está a solo unas cuadras del casco antiguo de la ciudad. Otra ventaja es que ellos te cambian los euros por coronas (la moneda checa) a una buena tasa (1 EUR = 26 CZK).
- Una de las grandes ventajas de los hostales es que son atendidos por locales. Ellos siempre van a poder darte consejos sobre lugares para comer y beber, o distintos recorridos. Además, los hostales siempre tienen mapas y folletos a disposición para el turista.

- Hay solo 2 o 3 casas oficiales de cambio en Praga que no cobran comisión. Preguntar a un local o a la gente del hostel para saber cuáles. Una de ellas está bien céntrica, a pocos metros de la Old Town Square. En Ritchie´s Hostel te cambian a una tasa muy pasable (1 EUR = 26 CZK). En la casa oficial te cambian 1 EUR = 27,6 CZK, pero es mucho más cómodo hacerlo directamente en el hostel, a cualquier horario y por la plata que uno quiera cambiar.
- Nunca cambies dinero en la calle. Hay varios marroquíes que te ofrecen tasas increíbles y te terminan dando dinero bielorruso que no vale absolutamente nada. Como uno nunca vio una corona en su vida, puede caer en la trampa fácilmente. Siempre cambiar en las casas oficiales (hay 2 o 3 en todo Praga que realmente no cobran comisión) o directamente en los hostels.

- Lokal es un muy lindo restaurant en Praga para cenar cocina típica. Se encuentra ubicado en la calle Dlouha (literalmente: Long Street) y tiene platos tradicionales a un muy buen precio. Los chechos van muchísimo a comer ahí, y el lugar está bastante lleno, lo cual es una garantía de su calidad.
- No pueden irse de Praga sin probar absenta aunque sea una vez. La bebida es muy fuerte (y se dice que tiene efectos alucinógenos en grandes cantidades) pero es una de las marcas registradas de la ciudad. Hay varios bares que preparar específicamente este particular trago.
- En Praga hay muchísimos Walking Free Tour para hacer. Personalmente recomiendo el de White Umbrella, que tienen salidas todos los días a las 10 hs. Todos los chicos son unos genios y son una Wikipedia viva. Hacen que la caminata sea muy entretenida y te cuentan detalles fascinantes de la historia de República Checa. Al final del tour uno pueda dejar la propina que considere adecuada.
- El Beer Tour de White Umbrella te lleva a recorrer cuatro bares tradicionales. Cuesta 250 CZK y sale todos los días a las 19 hs. En cada bar probás una cerveza diferente, y mientras tanto te van contando curiosidades varias de esta popular bebida.
- Praga es muy segura, pero por las noches se convierte en una suerte de mini-Amsterdam, especialmente alrededor de Ciudad Nueva. Ahí se pueden ver varios cabarets, chulos y gente ofreciendo drogas. No hay nada de qué preocuparse, aunque tampoco es la zona más linda para andar de noche.


- Praga es tan económica como todos me habían dicho. Se puede conseguir cerveza en bares por 1 EUR o 1,5 EUR, el hostel nos costó 10 EUR la noche y comer es muy barato. La tecnología no es la excepción. Daniel, el muchacho del tour, nos contó que se puede “vivir” con 500 EUR (unas 13.000 coronas checas). En relación a Croacia o a Eslovenia, me parece que los costos son similares. Pero sí es muchísimo menos costoso que la sobrevalorada Italia. Eso sí, no esperen que el checo común hable inglés.
- El tour al Castillo de Praga, con la gente de White Umbrella, es otra de las visitas obligadas. Cuesta 250 CZK y nos llevó una simpática chica española (Ana) a las 15 hs. El tour está excelente, y Ana sabe muchísimo.
- Praga es un excelente lugar para ver Opera, pero es muy difícil conseguir entrada. Me habían dicho que si compras sobre la hora podés conseguir tickets mucho más baratos (hasta un 70%). Así que me arriesgué. Me salió mal. Estaba todo vendido. Si realmente tienen ganas de ir, saquen entradas con anticipación.
- El teatro negro de Praga es costoso, pero es una de las atracciones específicas del lugar que ofrece la ciudad. Si sos estudiante podés conseguir tickets por unos 22 EUR (en lugar de los 35 EUR normales).
- El tour a Kutna Hora es costoso, pero interesante. Entre otras cosas, es posible visitar la Catedral hecha de huesos humanos. El tour cuesta unas 700 CZK, pero uno puede tomarse un tren (300 CZK ida y vuelta) y conocer el lugar por sí mismo.
- El jazz es una constante en Praga, y muchos bares ofrecen shows en vivo para disfrutar de esta música junto a una buena cerveza.
- Praga es una ciudad para pasear a pie. Más del 80% de las zonas turísticas están bien concentradas. Para algunos desplazamientos se puede usar el tranvía o el tren, que están perfectamente señalizados. En los hostel reparten folletos en todos los idiomas para manejarse en transporte público sin problemas.
- No recomiendo estar solo uno o dos días en Praga. Conocí a mucha gente que estaba así, de pasada. No se llega a conocer nada en profundidad y hacés todo a las apuradas. Lo mejor (lo que recomiendo) es planificar una estadía de, por lo menos, tres o cuatro noches. Solo así uno puede llegar a entender cómo funciona la ciudad en todas sus formas.

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3 comentarios:

  1. Brillante nota ! Muy buenos comentarios.. Consejo: cuidate del flaquito, que te esta llevando " Camino a la Perdicion ! "

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  2. La ciudad soñada por mi para ir en Europa, mas que cualquier otra de las"grandes" 👌

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  3. Excelente relato muchachos...pero al final la pusieron o no?.

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